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TOTO ¡ EL ÚLTIMO DE LOS ORANGUTANES CAUTIVOS EN CDMX ! MARIELANA HOYO

Por: Marielena Hoyo Bastien

Ese maldito lugar donde pasaste la mayor parte de tu vida…

¡Por fin está vacío!

Despacho Va por sus Derechos

Descripción: Imagen integrada
Muere 'Toto', orangután del zoológico de Chapultepec - El Diario de Ciudad  Victoria

Mi queridísimo TOTO, desde aquella larga y fría noche del 11 de diciembre del 97 en que violentamente nos separaron del abrazo en el que nos fundimos, seguramente intuyendo tu y conociendo yo que sería el último, pero más que ello, dominando tus debilidades como tu madre no biológica que fui, me mantuve en angustia permanente esperando cada día saber de tu muerte, todavía con mayor miedo desde aquel 24 de julio del 2015, en que tras el agónico y prematuro fallecimiento de tu hermano JAMBI pude volverlos a tocar. A él ya en calidad de cadáver y a ti casi lo mismo dada la depresión que te cargabas y que provocaba que te trasladaras, cual fantasma, arrastrando en lugar de cadenas tu enmarañado manto que avivaba escalofriante ruido. Para esa fecha, lo recordarás mi pequeña estrella, pude constatar y documentar las condiciones tan miserables y sucias en que los mantenían quienes “sí sabían cómo tratarlos”, así que tu lucha por seguir con vida hasta el pasado miércoles realmente fue digna del guerrero que siempre fuiste. Siendo así y como te citaba, cada día esperaba por la  fatídica fecha que llegó el pasado jueves 8 en que inconscientemente y contrario a mi costumbre, me negué a contestar las muchísimas llamadas y mensajes que de repente comencé a recibir, quizás, anticipando en total negación inconsciente lo que se me comunicaría y que fue tu partida definitiva del plano físico porque de mi corazón jamás escaparás. La causa de tu muerte para mi ya es lo de menos porque quienes te ¿atendieron? médicamente y cuyos pares seguramente realizaron tu necropsia y posiblemente hasta te destazaron y desollaron a modo BANTÚ, son juez y parte, de forma tal que da igual lo que reconozcan. Mi consuelo es pensar, al igual que las muchísimas personas que posteriormente me estuvieron mandando mensajes de consuelo -conocidos, desconocidos, seguidores de este espacio, compañeros de causa, amigos y parientes- que ya estás en mejor sitio y sobre todo ¡libre!.

Sin embargo es mi deseo y DERECHO de madre de familia multiespecie, figura jurídicamente ya reconocida, que me sean entregados tus restos para que descansen junto a las cenizas de tu hermano JAMBI, sólo que… al solicitarlos amablemente me salieron con que ahora, muertísimo, les interesas mucho “científicamente” y entonces harán de tu esqueleto material de lujo para exhibirlo, como si en estos tiempos no se supiera ya todo sobre tu especie, contándose aparte con infinidad de métodos alternativos para lo correspondiente y de esa manera poderte dejar descansar en paz, con respeto y dignidad, pero, es asunto que no está en la brújula del prehistórico Fernando Gual, titular de los zoológicos de CDMX, quien ayer me informó lo anterior echándome además el choro (que sólo se tragaría su influencer preferida) de que estaba a la espera de que ProFePA decidiera el destino de tus despojos, cuando sabe que sé que no es la autoridad competente… no para este preciso caso… y que con voluntad, pero sobre todo reconociendo que me la debe aunque lo niegue rotunda y soberbiamente, hay forma totalmente legal de cederme ese cuerpo. 

Y es que han de saber tanto la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum como Marina Robles, titular de la Secretaría de Medio Ambiente capitalina bajo la cual jerarquicamente están las instituciones referidas, que sacar adelante a estas criaturas no fue solamente a base de darles los biberones como lo transmitieron en boletín. Que convertirme en madre sustituta de JAMBI y TOTO no fue por gusto, sino porque dos crías anteriores habían muerto a manos del personal “especializado” del servicio médico veterinario, partiendo de que requería una entrega física de 24/7 por un mínimo de 7 años al tratarse de la especie mamífera, incluyéndonos, que más tiempo dura dependiente de la madre. Darles de comer fue titánico. Comían cada hora y tardaban en ello casi la hora y al inicio hubo de ser por goteo. Dado lo anterior espero de ambas sororidad. Del otro, que con su pan se lo coma…