FASES DEL AMOR
El amor pasa por diferentes fases o etapas que van apareciendo y que evolucionan conforme transcurre el tiempo.
Primera fase: Surge el interés y la atracción hacia la otra persona. Se muestran emociones nuevas y los pensamientos pueden ser positivos o negativos. Se generan expectativas y se sueña despierto en realizar planes que se desea se cumplan.
Segunda fase: Se origina el enamoramiento, se presentan cambios en los pensamientos y la conducta, todo se ve y se siente especial. Los responsables de ocasionar este proceso son los neuroquímicos del amor.
Dopamina.– Es un neurotransmisor encargado de múltiples funciones dentro del sistema nervioso, coordinando las sensaciones placenteras.
Serotonina.- Se conoce como la “hormona de la felicidad” porque contribuye a un estado de ánimo positivo, el buen humor, y el comportamiento social entre otros.
Oxitocina.- Hormona que tiene diferentes funciones que se activan en el momento de abrazar, amar y tener relaciones sexuales.
Feniletilamina.- “En el cerebro, se le atribuyen roles como neuromodulador o neurotransmisor”. Produce placer y el enamoramiento se inicia en esta molécula ya que es la responsable del amor.
Noradrenalina.- Es un potente neurotransmisor que influye en el estado de ánimo, la motivación y la conducta sexual entre otros.
Adrenalina.- Hormona que regula, alerta y activa los diferentes sucesos corporales.
Vasopresina.- Es como el Pepito Grillo de Pinocho, representa la conciencia racional proporcionando estabilidad.
Los neurotransmisores son los encargados del enamoramiento, pero también interviene en este proceso, los factores sociales, la educación y la cultura.
Tercera fase: El sentimiento hacia la pareja se va transformando con el paso del tiempo y pueden surgir situaciones que ponen en riesgo la relación sino están fortalecidos los lazos afectivos; el amor, la unión y una buena comunicación son fundamentales para resolver juntos lo que se presente.
Cuarta fase: Se crea un vínculo sentimental profundo. En esta fase el amor deja de ser ciego y se acepta a la persona con sus virtudes y áreas de oportunidad. Se valora a la persona y la relación. Prevalece el compromiso que ambos establecieron, lo que genera confianza y lealtad, y el comienzo de una comunión estable. Finalmente se consolida la pareja en todos los sentidos, ya no se piensa de manera individual, sino como un equipo. Este amor tuvo que madurar con el tiempo hasta reforzarse, ya que cada día ambos pusieron de su parte, para lograr un nexo sano y sólido. Cómo menciona Aristóteles en uno de sus pensamientos “El amor solo se da entre personas virtuosas”.