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LA DISCORDIA POR ELY PODRÍA TERMINAR EN UN MAL MAYOR PARA LA ELEFANTE

Por: Marielena Hoyo Bastien

El interés personal es el veneno de todo sentimiento verdadero

Publius Cornelius Tacitus
Político e historiador romano

Elefanta Ely
Elefanta Ely

Nuevamente se encendieron las redes sociales, y con ellas diversas voces de alarma -expertas y/o simplemente solidarias y compasivas o hasta contrarias- por ELY, la única (y esperemos que como especie, la última) elefante africano residente en la CDMX, que mal permanece involuntariamente cautiva en el Zoológico San Juan de Aragón. ¿La razón? Además de su cada vez más evidentemente deteriorada condición física y mental, esta vez por una curiosa petición pública y abierta (vía Twitter) encabezada por la abogada Susana Evelia Ramírez Terrazas, titular del Despacho Va por sus Derechos y como así, representante legal del CASO ELY que por años ha llevado puntual y dedicadamente Diana Valencia (Directora de la A.C. Abriendo Jaulas & Abriendo Mentes). En resumen, el documento, avalado asimismo por más de una docena de organizaciones de la sociedad civil, nacionales e internacionales, solicita al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, otorgar las facilidades necesarias para que expertos del extranjero puedan venir a México a realizar una evaluación, sin conflicto de interés, a la criatura. Al respecto…

Llamó particularmente mi atención esa petición, ya que en la vasta experiencia que tuve de haber contado con la colaboración internacional para atender diversos casos relativos a la fauna a mi cargo en el Zoológico de Chapultepec, nunca hube de necesitar permiso especial o apoyo de RE para lo especificado; luego entonces, procedí a contactar a la abogada garante buscando conocer el fundamento, recibiendo de su parte puntual y amable respuesta que me dejó satisfecha más no cascabeleando con la inmediata respuesta del canciller (“Hola, desde luego cuenten conmigo”), pues aunque tenga total voluntad de hacer algo por ELY… lo que se necesite… es un tema que sin estar acotado en las atribuciones reglamentarias de la Cancillería rebasa las competencias del apreciado Carnal Marcelo, que interesado siempre en mejorar las condiciones de los animales no humanos, me consta, lamentablemente no tiene alcances para decidir que ELY pueda partir hacia el santuario ubicado en el Estado brasileño de Mato Grosso. Siendo así…

Insisto en que tan pronta y refréscate respuesta sola y únicamente debe entenderse en lo que le atañería a la SRE y no más. No porque no se quiera, sino porque hay límites competenciales y de momento hasta de índole política, máxime tras la impresionante reacción social de confianza en ese corto pero contundente tuit. La situación de ELY, pues, le compete exclusivamente a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum y a sus subalternos en la materia: Marina Robles, Secretaria de Medio Ambiente y Fernando Gual, encargado administrativo de los zoológicos capitalinos y quien por lo menos recientemente no manifestó un no rotundo a su traslado, eso si, dependiendo de lo que acuerde con quienes unilateralmente refirió como “expertos”. Así se analizarán los pros y contras de mantenerla como está o reubicarla (sin especificar lugar), aunque precisando que la prioridad será ELY, como siempre debió ser pues… como citara en sus alegatos la Jueza argentina Elena Liberatori (quien abrió un mundo de respeto para los animales al considerarlos personas no humanas): ¿cómo va a ser feliz ELY con los humanos si no somos otros elefantes? Los animales tienen lenguaje. ¿Podemos hablarles como elefante? No… no le entendemos cuando ella emite un sonido… no sabemos lo que nos está diciendo. En fin…

Sea cual vaya a ser la determinación que todavía tiene largo recorrido que cumplimentar, sépanse quienes tienen a tan maravillosa criatura bajo tutela oficial, que su situación pudiera no tener un final bueno y que habrá responsables y culpables de haberle restado la oportunidad de vivir mejor. No los entiendo. Su apariencia y comportamiento van contra todo principio de bienestar animal y asimismo educativo, dejando un impacto negativo -consciente e inconsciente- en quienes todavía la visitan donde sobrevive, pero aparte, me pregunto cómo entender la supuesta presumida transformación de las instituciones zoológicas capitalinas a “centros de conservación de fauna silvestre”, cuando se entercan en mantener a un individuo de especie gremial-matriarcal absolutamente solo y sin posibilidad alguna de reproducir. Si me lo explican igual y lo entiendo…

producciones_serengueti@yahoo.com

marielenahoyo8@gmail.com