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GREENPEACE TRABAJA POR UNA MOVILIDAD SUSTENTABLE

Fuente: Carlos Samayoa | Greenpeace México

México se encuentra entre los primeros 10 lugares mundiales en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el sector transporte. En el país, el transporte es responsable de la emisión de 148 millones de toneladas de CO2 y representa la segunda fuente de emisiones GEI después de la generación de electricidad.

El autotransporte, constituido principalmente por autos privados, contribuye con el 80% de las emisiones nacionales y es la principal causa del incremento en la demanda de energía. Este problema nos hace ver la responsabilidad de los gobiernos de replantear la forma en que nos trasladamos.

Sabemos que también es necesario atender las necesidades de la población que vive alejada de los centros urbanos, la cual es en su mayoría de bajos ingresos, suele gastar 15% más en transporte y destinar 4 horas adicionales que la población que habita en zonas urbanas. En 2020, en hogares de interés social, el transporte llegó a representar hasta el 40% de sus gastos.

Urban Revolution Viaduct Protest in Mexico. © Argelia Zacatzi
© Argelia Zacatzi

Los trenes pueden ser una solución de movilidad que contribuya a cambiar esa problemática, siempre y cuando se implementen en condiciones de bajo impacto ambiental. El tramo 5 del Tren Maya no cuenta con una Manifestación de Impacto Ambiental aprobada por la Semarnat como lo establece la ley, lo cual impide conocer a detalle cuáles serían los posibles daños que esa obra podría representar para los ecosistemas y la biodiversidad de la selva maya en el mediano y largo plazo.

Desde hace años Greenpeace ha promovido un modelo de movilidad sustentable que incluya la ampliación y modernización de la infraestructura de transporte público y de modos alternativos de movilidad como el uso de la bicicleta en las ciudades. En casos como el de la Ciudad de México, hemos tenido éxito al lograr que se implementara la ciclovía más larga del país y la renovación del parque vehicular de sistemas como el trolebús, el cual tiene la posibilidad de llegar a utilizar energía renovable. 

Ante la incertidumbre del impacto ambiental del tramo 5 del Tren Maya, es necesario que se aplique el principio de precaución y se detengan las obras hasta que se realice un estudio exhaustivo que permita delimitar las condiciones necesarias para minimizar los daños ambientales a través de una infraestructura menos invasiva y con menor huella de carbono.