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¿ES LA MUJER LA FUENTE DEL MISTERIOSO CULTO DE LA VIDA?

Por: Gaceta UNAM | Jaquelin Machado G.

La mujer ha sido, es y será el origen de vida, manantial de gozo es, en sí, el corazón de la Sexualidad, lo cual no quiere decir que el hombre como tal no tenga importancia, todo lo contrario, éste es el complemento indispensable. No se trata de competencia ni de sumisión tampoco de egoísmo y falsa liberación. Se ha vuelto necesario que cada sexo recupere el verdadero lugar que le corresponde.

Una mujer solo puede emerger de una mujer, nunca de un hombre, la famosa “igualdad” de sexos se ha malinterpretado conduciendo a un innumerable porcentaje de mujeres a competir con los hombres negando así su propia feminidad. Se consciente mujer, nunca serás igual al hombre simple y sencillamente porque posees un cuerpo diferente y, por lo tanto, una naturaleza diferente. Es importante aclarar con esto que es perfectamente válido que trabajes, que consigas tus sueños, que seas independiente económicamente y que consigas y obtengas la libertad que tanto anhelas y tantas otras cosas más.

Solo que si te niegas a ti misma como mujer únicamente conseguirás lastimarte, humillarte y frustrarte, lo cual te llevará a un abismo sin fondo en el que tu misma desesperación por demostrar que eres un ser valioso te hundirá en un vacío existencial y te generará resentimiento, agresividad pasiva o activa, miedo, competitividad con otras mujeres, ansiedad y estrés femenino etc. No intento agredir, toda mujer debe poder recuperar, por derecho de vida, la Diosa-madre que lleva dentro y su naturaleza de iniciadora en el Arte Sexual, puesto que en las mujeres actuales seamos madres, hijas, hermanas, tías, abuelas, esposas, amantes, cuñadas, etc., la pregunta medular de este tiempo es ¿Dónde se oculta en nosotras el misterio de la Mujer? Bien, si tú eres una mujer que quiere develar los misterios de tu feminidad, sensualidad y erotismo entonces estás en la búsqueda de la diosa hindú (Shakti) que todas llevamos dentro en potencia y ésta es una energía que te impulsa a explorar y descubrir las profundidades de tu ser y hallar los fundamentos últimos. Con esto se debe tomar en cuenta que la mujer debe de cambiar su actitud con respecto a sí misma respecto de su propio misterio ya que en la actualidad es triste observar y, en numerosísimos casos, constatar, que la opinión sobre sí mismas de muchas mujeres es ” No soy ni misteriosa ni divina”.

Para el hombre, el misterio de la mujer es su naturaleza fantástica, irracional, impredecible que la hace incapturable. Sin ser conscientes tanto unos como otros de que el verdadero misterio de la mujer es el de La Vida, pues, hombre o mujer nuestra vida personal empezó en el vientre de una madre. Su misterio también es la fuerza creadora que reside en ella. El hombre y la mujer sagrados perciben que en el vientre de la mujer lo que produce el óvulo es el poder creador último, es allí, en la oscuridad cálida de su vientre donde surgen las fuerzas cósmicas primordiales, sea o no fecundado el óvulo, captar lo que actúa verdaderamente en el útero es comprender el misterio del Universo.

Quién dice religión de la mujer dice también sacerdotisa y maga, es decir, intermediaria cósmica, el misterio de la mujer no está limitado a su sexo: impregna todo su ser, incluido (y tal vez sobretodo) su psiquismo. La mujer es intuitiva porque es sensitiva y sigue los ritmos cósmicos que capta. Conocía los secretos de la vida y la salud, de las plantas y de las flores. La mujer comprendía las honduras del alma humana. La verdadera mujer seduce y aterroriza a la vez.   Por lo demás, durante toda su vida los hombres la buscan por dondequiera Cada hombre lleva en sí un retrato robot de la mujer absoluta, y si la encontrara en la realidad ya no podría separase de ella, sería el flechazo definitivo, siendo poquísimos los que la encuentran ya casi puede decirse felizmente. Es ese sueño ideal e inaccesible lo que el hombre proyecta. Si las mujeres aprenden a emerger de las mismas mujeres pueden recuperar poco a poco toda la magia, la música, la danza y el arte de seducción inherente a todas. Pero qué te quiero decir cuando comento que es imprescindible emerger de otra mujer, bueno, el problema es que casi ya no hay verdaderas mujeres puesto que han desaparecido, es una catástrofe, que la raza de las mujeres ha quedado dispersada, aniquilada ante nuestros propios ojos que no lo “ven”. La mujer descendiente del paleolítico y el neolítico, nuestra madre, nuestra hembra y nuestra diosa, el ser que bien llamado es la mujer del hombre y de la que ya no tenemos idea, ha sido perseguida, alcanzada en su cuerpo físico, en su cuerpo emocional, en su cuerpo mental, en su cuerpo espiritual y enviada a la nada.

¿Realmente eres consciente de TU SER como mujer?

Si tu como mujer te atreves a explorar las profundidades de tu ser, tu camino irá en ascenso o en profundidad como te sea más fácil ubicarlo a recuperar y a “recordar” tu conexión con la vida misma en recuperación paulatina con tu real y verdadera esencia, tu verdadero principio tu capacidad de gozar y tu salvación y dejarás de aparentar ser solo un cuerpo de mujer porque encontrarás la forma de franquear las corrientes, derribar los tronos, detendrás el paso de los años, tu piel será de mármol y te convertirás así en el atolladero del mundo. Te convertirás en una mujer total que cuando ama y cuando detesta es implacable, tu compasión será implacable. Siendo nuevamente y de acuerdo a tu propio y particular paso una verdadera mujer la que viene del fondo de los tiempos, la mujer que fuiste a través de tus antepasadas y que siempre supo que pertenece a un Universo extraño al del hombre brillando así al otro extremo de la creación y recuperando el conocimiento de las aguas, las piedras, las plantas y los animales; mirarás directamente al sol y verás claro en la noche poseyendo las claves de la salud, del reposo, de las armonías de la materia y serás nuevamente la hechicera blanca intuida por Michelett, el hada de anchos flancos húmedos de ojos transparentes que espera el hombre para recomenzar el paraíso terrestre, así tu entrega a un hombre será en un movimiento de pánico sagrado, abriéndole en la cálida oscuridad de tu vientre la puerta de otro mundo y serás nuevamente la fuente de la virtud, el deseo que inspira y consume la excitación, y, al hombre que se hunda en ti le devolverás la castidad, serás estéril pues detendrás la rueda del tiempo, y serás solo tú quien insemine al hombre, lo vuelvas a parir y reintroducirás su propia infancia, lo restituirás a su trabajo de hombre, que será subir lo más alto posible en sí mismo. Se dice súper hombre, no se dice súper mujer pues si te conviertes en verdadera mujer harás al hombre más de lo que tú eres, ya que solo te bastará con existir para ser con plenitud. Así, el hombre deberá pasar por ti para pasar al Ser.

Si un hombre se atreve a descubrirte a ti como verdadera mujer ello será una gracia y que no se asuste de ti será otra, si se quiere unir a ti tendrá que tener la benevolencia de Dios “que extraño encuentro”….aparecerás bruscamente entre el rebaño de falsas hembras y el hombre favorecido que te vea, temblará de deseo por ti y al mismo tiempo de temor…ante todo esto primero, el hombre deberá de pasar por ti para llegar al ser; tú como mujer sabrás ya que eres la verdadera iniciadora del hombre y, por lo tanto, su vía hacia el ser; segundo, este sistema patriarcal en el que actualmente vivimos ha privado a los hombres de las verdaderas mujeres ya que son peligrosas para la supremacía de ellos mismos, en respuesta a eso, tú mujer debes hacerte consciente de la MUJER que duerme en ti: “¡Ya es hora de que salgas del capullo!”

Esta tarea esencial la Sexualidad Plena y Consciente puede realizarla y rescatar a nuestro mundo moderno de la perdición. Tú sabrás que esta vía de evolución es fecunda y que te conducirá a la verdadera mujer que se oculta en ti para que vuelvas a ser la antigua Shakti que nunca debiste olvidar de ser. En cuanto al hombre, si te quiere merecer como verdadera mujer deberá en primer lugar aceptar la idea y luego reestructurar su vida en torno a los valores de la feminidad. Nuestra civilización patriarcal ha creado una civilización tecnocrática, sin alma, sin ideal, sin amor verdadero; basada en falsos valores nos lleva al cataclismo, la guerra. El hombre por su parte deberá aceptar, redescubrir su feminidad oculta reprimida…

¿Crees que todo esto es puro idealismo o una utopía? Si así lo crees así será para ti, pero si te permites sentir en el fondo de tu corazón, sin juicio, sin darle cabida al diálogo interno mental que no cesa de parlotear y te atreves a dejar que tu intuición vuelva a brotar en ti en forma natural… poco a poco irá emergiendo en ti esa diosa hindú (Shakti) que te recordará los auténticos valores de la feminidad y de la sexualidad femenina.

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