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EL CISNE QUE CRECIÓ PENSANDO QUE ERA UN “PATITO FEO

Fuente: Raquel Estrada | Revista Personae

El poeta y escritor Hans Christian Andersen, se inspiró en su propia vida para crear una de sus grandes obras “El Patito Feo”. Es la historia de un hermoso cisne que nace en una granja de patos, quién al ser diferente a sus hermanos que constantemente se burlan de él, crece sintiéndose feo, torpe y con baja autoestima.

A medida que pasa el tiempo, da muestras de ser un ser cariñoso, bondadoso y perseverante, en un mundo donde lo exterior es más importante, esas cualidades no se valoran. Al no sentirse parte de la familia de patos, decide irse, pero el rechazo lo persigue y cada día se siente más solo y triste. A pesar de la adversidad, continúa su camino y llega a una granja donde es bien recibido y alimentado por una anciana, pensó que su vida cambiaría, pero ella solo lo engordaba para comérselo, cuando él reparó en el engaño, ¡huyó!

El cisne que creció pensando que era un “Patito feo”

Después de esta experiencia, ahora se tiene que enfrentar a las inclemencias del clima y pasa el crudo invierno buscando donde refugiarse hasta que siente el calor de la primavera, y así emprendió un largo camino hasta que, el sol trajo una esperanza a su corazón. A lo lejos observó que se encontraba un grupo de preciosos cisnes en un estanque, nunca había visto seres más bellos y queda sorprendido. Cree que lo van a criticar, recuerda el bullying al que fue sometido desde que nació y en su profunda aflicción cierra los ojos porque ya nada le importa. Pero al contrario de lo que él esperaba, siente el abrazo cálido de su verdadera madre, por primera ocasión experimenta amor y aceptación.

Al final de la historia ve su imagen reflejada en el agua cristalina y se da cuenta que creció creyendo que era “feo” pero es el ave más hermosa que jamás había existido, no puede dar crédito que estuvo en un lugar al que no pertenecía y por fin encontró a su verdadera familia. Estaba tan emocionado que comenzó a fortalecerse su autoestima y vencer sus miedos que no le permitían volar. Ahora sí, emprendió el vuelo rodeado de amor y logró ser inmensamente feliz.

Esta historia nos muestra en un principio, a un ser indefenso que creyó los comentarios negativos sobre su persona, a tal grado que perdió la seguridad en sí mismo, así como él, muchas personas padecen el síndrome del ‘patito feo’, tienen una percepción distorsionada de su físico, que se transforma en debilidad y forman una imagen con base en los estereotipos de belleza que construye la sociedad.

También podemos resaltar la falta de empatía de los patos, genera un ambiente de insensibilidad y abandono, se muestra un ser disminuido emocionalmente como resultado de una familia que no lo comprendió y solo se encargaban en ridiculizarlo; con eso tuvo que lidiar nuestro personaje, ya que, en ningún momento repararon en cómo se sentía el patito y lo orillaron a que se fuera con el corazón roto.

La madre pata es la portavoz del reflejo social, al crear arquetipos de personalidad que moldean la conducta del “Patito Feo” y surgen etiquetas que lo acompañan en la etapa en que se construye su carácter, generando su timidez. Sin embargo, una infancia traumática no es destino. Es uno de los pensamientos positivos que nos deja este cuento infantil.

El cisne que creció pensando que era un “Patito feo”

Cuando alguien crece en un ambiente familiar sin ser tomado en cuenta y ante lo extremo de la situación, cómo se plantea en el cuento, para la víctima existen dos caminos, seguir siendo presa del maltrato emocional o cómo en el caso del personaje principal, armarse de valor y emprender el camino, estando consciente de que afuera pueden pasar muchas cosas no gratas, como le aconteció al patito en la granja de la anciana, pero siempre un corazón valiente puede buscar el lugar al que pertenece y cambiar su vida.

Este relato nos lleva también a descubrir que el mundo es complicado, pero se pueden rescatar valores como la empatía, solidaridad, fortalecer la autoestima, la humildad, eliminar las etiquetas y trabajar sobre el bullying. Aceptar a las personas como son y ayudarlas a que puedan sentirse amadas. En todo niño hay un ser maravilloso que no merece ser tratado como un “Patito feo”. 

Finalmente, el valor del patito lo lleva a cambiar su vida cuando logra reunirse con los de su especie y termina este cuento clásico con un final feliz, ya que el objetivo de la historia era encontrar una familia que lo aceptara y amara. Ojalá que muchas personas después de una vida difícil muy parecida a la del patito, se alejen de personas crueles y puedan sanar las heridas del pasado logrando ser su mejor versión y convertirse en un bello cisne blanco. “No hay nadie más fuerte que alguien que se acepta a sí mismo y logra superar las adversidades”.

La vida nos pone a prueba desde que nacemos y solo nuestra resiliencia puede ayudarnos a salir adelante. «La vida puede ser difícil, pero siempre hay una luz al final del túnel.»

Psicoterapeuta Raquel Estrada

racheles_03@outlook.com

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