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DISFRUTAR DE LAS PEQUEÑAS COSAS, CLAVE PARA ESTAR ALEGRE

Fuente: Patricia López | Gaceta UNAM

La alegría es un sentimiento relacionado con el bienestar personal y el optimismo ante la vida, pese a las adversidades que nos rodean como la violencia, los problemas sanitarios y socioeconómicos o la pospandemia.

Como todas las emociones, no es un estado permanente sino pasajero, pero puede encauzar hacia ciertas actitudes positivas que influyen en que una persona sea de carácter alegre.

“La alegría es algo muy importante de comunicar, de resaltar, como todas nuestras emociones, que no son buenas ni malas, sino que todas forman parte de nuestro repertorio como seres humanos”, afirmó Alejandra López Montoya, profesora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

Con motivo del Día Mundial de la Alegría, que se celebra este primero de agosto, la psicóloga especializada en salud mental explicó que la alegría se percibe en personas que se sienten con motivación y capacidad para realizar las acciones. “Es una emoción que tiene características físicas y conductuales, como sonreír, ruborizarse, sentirse energético y motivado para hacer diversas tareas, independientemente de su complejidad”.

La experta aclaró que, al igual que la alegría, otras emociones como el enojo o la tristeza también tienen una función y ninguna puede ser permanente. “A veces nuestras emociones están interconectadas y la alegría puede ir fluctuando incluso en un mismo día”.

“Lo ideal es que tengamos un equilibrio, donde nos sintamos estables. Las personas que tienen este sentimiento de alegría muy prevalente tienden a disfrutar de las pequeñas cosas. A veces queremos tener un máximo logro para sentirnos bien, pero disfrutar del día a día, de las pequeñas cosas como un amanecer o el hecho de despertar basta a este tipo de personas alegres para sentirse bien”, detalló.

López Montoya consideró que es muy importante conservar la tranquilidad, saber manejar el estrés, mantener el autocuidado con acciones como hacer ejercicio, alimentarse correctamente y dormir bien. “Las personas alegres generalmente saben reconocer qué cosas les motivan y les hacen sentir bien, por ello luchan día a día por obtenerlas”.

También tienen la capacidad de solucionar, más que centrarse en los problemas. “La manera en la que afrontan la vida cotidiana marca la diferencia en estas personas que permanecen optimistas y con actitudes positivas”, añadió.

La especialista consideró importante enseñarles a los niños y niñas que todas las emociones son válidas. “No catalogar que un menor debe de estar a fuerza alegre, sino educarles en cuál es la función que cumple cada una de las emociones. Por ejemplo, enojarnos nos ayuda a poner límites, a defendernos”.

Una persona que está alegre todo el tiempo tampoco es normal, por lo que las emociones deben de ser equilibradas. “No está mal sentirnos tristes, enojados o con ansiedad, pero podemos promover las actitudes como la alegría para resolver problemas, para afrontar acciones ante la vida cotidiana”, propuso.

López Montoya explicó que cuando hablan de salud mental en la FP, se refieren a saber manejar las emociones y eventos como el estrés, además de mantener la estabilidad en nuestra conducta.

La psicóloga señaló que la alegría aporta beneficios a la salud: libera tensiones porque es desestresante, aporta energía y, en consecuencia, mayor productividad. Cuando las personas están alegres liberan dopamina que está ligada a la agilidad mental, por lo que es beneficioso para la concentración.

La especialista consideró que el Día Mundial de la Alegría es una efeméride para recordar que debemos seguirnos educando respecto a nuestras emociones, las cuales nos ayudan a validarnos cuando las reconocemos como parte de nuestro repertorio.

Para aprender a tener un manejo adecuado de las emociones, como reducir el estrés y disminuir la ansiedad, la Facultad de Psicología de la UNAM ofrece apoyo a través de una página elaborada junto con el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz de la Secretaría de Salud. El sitio es: www.misalud.unam.mx

Otra forma de apoyo desarrollado por la Coordinación de Humanidades de la UNAM, a través de la Dirección General de Divulgación de las Humanidades, y la Coordinación del Programa Institucional de Tutoría de la Facultad de Psicología, es el Diccionario de las emociones, en el que de forma amena y accesible se explican las emociones básicas de los seres humanos.