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¿CUÁNTO NOS VA A COSTAR EL CAMBIO CLIMÁTICO?

Fuente: Ing. Carlos Miguel Valdes Gonzalez | Revista Personae

Cada día que pasa el nombre de Cambio Climático (CC) se escucha más, casi a diario. Con frecuencia vemos notas periodísticas que hablan de su impacto. El pasado 13 de febrero, el periódico Reforma publicó en su primera plana “Alerta Banxico impacto por cambio climático”, en donde menciona que los riesgos crecientes derivados de las afectaciones climáticas, que impactan principalmente la agricultura, evitará que el proceso inflacionario disminuya. Informan que, en la reunión monetaria de diciembre pasado, se comentó “si agregaron este factor de riesgo es porque seguramente tienen evidencia de que el CC está generando presiones a la inflación”, lo que provocó que se cambiara la tasa estimada de inflación general del primer trimestre del presente año de un valor previsto de 4.3 a 4.7 por ciento. No es poca cosa, considerando que anteriormente eran otros factores los que impactaban el índice inflacionario. Al día siguiente, también en la primera plana del Reforma, mencionaron “Se seca Zumpango, crece pasto y se quema”, ¿en qué otros lugares se les quema un lago? Mala noticia para el día del amor y la amistad. 

Pareciera que el ser humano no ama a su entorno y no lo cuida. La Laguna de Zumpango, habilitada como un vaso regulador para proveer de agua a la zona agrícola y para detonar el turismo, fue creada en 1989. Su suministro de agua proviene de la Presa Encinillas y del Lago de Guadalupe. Coincidencia del nombre Zumpango, que en Náhuatl significa “lugar de la hilera de calaveras”, un lago ha muerto. La situación del problema del agua no es única de nuestro país, la revista Nature del 24 de enero, menciona que, de un estudio de 170 mil pozos evaluados en 40 países, el 30% presenta sobreexplotación y niveles críticos.

El estudio representa cerca del 75% de las zonas de donde se extrae agua subterránea del planeta. Recordemos que esa agua es utilizada para: casas, granjas, cultivos, industrias y ciudades en todo el mundo. El estudio comenta que en 16% de los sistemas de acuíferos, los niveles han sido revertidos lentamente. En particular el caso de Bangkok en Tailandia, en donde se han usado medidas regulatorias como cuotas por bombeo de agua y licencias para pozos. En otros lugares se han aplicado proyectos de recarga, que funciona cuando hay exceso superficial de agua. Algo que siempre hemos observado en la Ciudad de México, cuando cae la lluvia de impresionantes tormentas que inundan zonas de la ciudad y tristemente vemos como el agua se va al drenaje y no a la recarga del acuífero. Hemos impermeabilizado la ciudad con calles, casas, estacionamientos, etc. Recuerdo haber leído una propuesta de hacer perforaciones en los costados de las calles, al lado de las banquetas, para que el agua en lugar de correr se infiltrara.

Creo que no se tomó en serio. Otro caso, que enciende alertas rojas son los cambios importantes por el CC que está sufriendo el Río Amazonas en Brasil, uno de los más grandes del mundo, publicado recientemente en Nature. En el Amazonas se han observado casos de sequía, que deja expuesto completamente el lecho del río, y en otros severas inundaciones. Las grandes afectaciones a la navegación, medio de comunicación de muchas poblaciones y el impacto en la pesca, son críticas. Los estudios recientes indican cambios en la temperatura de algunas zonas, por hasta 9 centígrados, que ha afectado a la población acuática, incapaz de soportar dicho incremento. Por ejemplo, 200 delfines rosa, han sido encontrados muertos, representando esta cifra el 15% de la población total en el Lago Tefé. Las necropsias no indicaron ningún síntoma extraño que justificara su muerte, solo la temperatura alta del agua y ambiente. Las predicciones para esta zona indican que las cosas serán aún más extremas, más calor, sequía e inundaciones.

¿Qué hacer?

Otro artículo en Scientific Reports de enero de este año, evalúa la posibilidad de remolcar icebergs para llevar agua a lugares remotos que presentan estrés hídrico. Indican que remolcar un iceberg hasta los Emiratos Árabes, a una velocidad de 0.5 metros por segundo, requeriría que el iceberg original, estuviera protegido contra la erosión por oleaje y que fuera 1,250 m de largo por 600 de ancho, y sería necesario el uso de 12 remolcadores. El tamaño del iceberg, proveería entre 7 y 8 días de la totalidad del agua de la región, y su costo, ahorraría entre 17 y 99.3 millones de dólares, si se buscara potabilizar el agua mediante desalinización. Un iceberg de menores dimensiones se derretiría en el transcurso de días o semanas. Mucha investigación se ha llevado en este tema, conocido como “Uso de Icebergs”, y está considerado entre las 5 métodos alternativos para aliviar escases de agua extrema. México está lejos de las zonas de producción de icebergs, pero vale la pena considerarla, por si la situación es crítica.

¿Qué podemos hacer en México? El Comité de Asesor de Salud, Protección Civil y Manejo Ambiental de la UNAM publica, en su Gaceta del 19 de febrero, una serie de recomendaciones, generales, para espacios universitarios, para entidades y dependencias, y para laboratorios. Reproduzco a continuación las recomendaciones generales:

  1. Tomar duchas breves, preferentemente de menos de 5 minutos y cerrar las llaves mientras se enjabona.
  2. Recolectar en cubetas el agua de la regadera para reutilizarla en inodoros o bien para la limpieza de pisos, vehículos u otras áreas.
  3. De ser posible, instalar dispositivos ahorradores de agua o aireadores en regaderas y grifos.
  4. Asegurarse de cerrar bien las llaves de agua después de cada uso y, si es necesario, cambiar sus empaques para evitar goteos.
  5. Utilizar solamente un vaso con agua para cepillarse los dientes.
  6. Identificar y reparar cualquier fuga de agua en el sistema hidráulico, incluyendo grifos, regaderas e inodoros.
  7. Promover el uso racional del agua dentro de su comunidad.
  8. Procurar regar las plantas o áreas verdes sólo cuando sea necesario y preferentemente muy temprano o en la noche. De ser posible con agua reutilizada o tratada.
  9. Evitar tirar desechos químicos, papel o plásticos en la red de drenaje.
  10. Procurar utilizar la lavadora a carga completa.
  11. Al cocinar verduras u hortalizas, permitir que se enfríe el agua y utilizarla para regar plantas pues contiene nutrientes benéficos para ellas.
  12. Evitar el uso de agua corriente para descongelar alimentos.

Yo añadiría, buscar métodos para recolectar el agua de lluvia, como cisternas o tanques tipo Rotoplas. Son recomendaciones sencillas, pero deben ser nuestro rosario de acciones diarias, si queremos apoyar a evitar una crisis hídrica. Si cada habitante de la Ciudad de México, ahorra 1 litro de agua, ahorraremos 9.2 millones de litros al día, si lo hacemos en conjunto con la zona conurbada, sería 17.5 millones de litros, pero si presionamos y ahorramos cada uno 10 litros de agua, entonces tendríamos 175,000 metros cúbicos disponibles. En promedio se consumen 366 litros por persona en la ciudad, pero la realidad es que el 77% de la población consume 150 litros diarios (Datos de Nuria Merce Ortega Font, UAM).

Ahorrar agua, previene y mitiga desastres hídricos.

Carlos Miguel Valdés González