Menu

COMO EL BORRACHITO DEL PERIFÉRICO | MARIELENA HOYO

Por: Marielena Hoyo Bastien

Animalidades
Animalidades

¡Aguas!… porque el día menos pensado la tragedia pudiera llegar a ser de dimensiones mayúsculas. Y es que para como llevo la contabilidad de casos similares en nuestro México, no vaya a sucedernos que como ya alguna vez pasó en los EE. UU., terminen siendo contabilizados más grandes felinos en manos de particulares inexpertos (o como parte del crimen organizado), que en instalaciones zoológicas. Por ello, es de extrema necesidad que desde la Cámara de Diputados se legisle a-de-cua-da-men-te una tajante prohibición, sin excepción alguna, para mantener carnívoros silvestres como “mascotitas”. Punto. Aprovéchese lo que hace un par de días sucedió en Aguascalientes y atiéndase seriamente este tema que hace 13 años fue llevado a un texto que terminó inexplicablemente archivado, más iniciativa que con sólo hacerle arreglitos y actualizaciones quedaría casi perfecta y, expreso el “casi”, porque algo así siempre pisa callos. Esta vez la joven leona SALOMÉ de buena talla
ya, fue… hasta benévola con la humana sobre la que saltó instintivamente, pero no así con un perrito o dos que se llevó por delante en zona pauperizadamente urbanizada: el dizque Fraccionamiento Cumbres III donde la mantenían cautiva y, según, con papeles en regla. Lo peor para esta criatura es que mientras corre la averiguación previa por lesiones culposas y pese a que su tutor se negaba a entregarla, fue asegurada por la ProFePA y derivada (¿para siempre?) al Parque Zoológico Rodolfo Landeros donde la pasará mal, a decir popular sobre la mala condición y pobres recursos del lugar. 

En otro asunto… la semana pasada finalicé el texto argumentando haber cortado abruptamente el seguimiento al escabroso CASO GOLDENS debido a que iniciando este febrero se comenzarían a mover dos iniciativas legislativas de mi particular interés, a cual más de controvertidas: una federal que implicaría mano dura, durísima, sobre los “delfinarios” y, otra local para CDMX, con la que se pretende derogar la vigente Ley de Protección a los Animales y que hasta donde percibo no termina por ser entendida (parece que cada persona estamos leyendo versión distinta y saltando negativamente por diferentes puntos) y mucho menos aceptada, ni por la parte oficial inmiscuida (incluso la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum recién se deslindó del proyecto durante entrevista para la estación de radio 89.9Noticias) ni por quienes estamos activos, preocupados y ocupados en el tema, tanto por tratarse de un documento muy confuso partiendo de que incluye 26 propuestas que la convierten en un Frankenstein, como porque está muy mal redactada e inapropiadamente definida; por ser compleja para su manejo ciudadano y porque invade competencias federales, sobre regula, expresa disposiciones técnicas incompletas (medio tomadas de diversas normas oficiales mexicanas), pero más que nada por ser altamente costosa presupuestariamente e inviable por ello; asimismo inaceptablemente omisa y contradictoria al espíritu que debe guardar un ordenamiento cuyo objeto es la protección y el (insisto, mal entendido) bienestar animal, ejercicio al que por cierto se le sumarían una serie de reformas y adiciones al Código Penal capitalino para tipificar, entre otras situaciones el abandono, lo más vil y cruel que cualquiera puede hacer a los animales de compañía y muy particularmente a perros y gatos, pero, que sin estar identificados inequívocamente, o sea con microchip introducido, será imposible de sancionar por esa vía. Dulce música apara el oído protector, mas delito prácticamente imposible de acreditar. En fin que…

Es tanto lo que le observo a la legislación que Jesús Sesma promueve como la que el mundo espera, que por cuestiones de espacio y estrategia he debido resumir con lo que expresé y, lo mejor de todo es que a cada reclamo del sector protector o de organizaciones sociales o de profesionistas, criadores, comerciantes, etc., el diputado sale con su video-perorata que verdaderamente… ni cómo ayudarle. Le pasa lo del chiste aquel del borrachito que va manejando su auto por el periférico y de repente una voz femenina interrumpe la programación que venía escuchando en la radio para prevenir sobre alguien que iba conduciendo en sentido contrario por esa vía, a lo que el copitas reacciona diciendo: ¿uno? ¡No, son un chingo! Así el tal Chuchito, que a saber su reacción tras la opinión de la Dra. Sheinbaum, ante quien se arrastra que da pena. Continuaré con lo legislativo, no sin antes comentar que lo sucedido en el viejo y de muy mala historia Zoológico de Chilpancingo, Guerrero, y que ha parado de pelos a los medios, era también costumbre en el de Chapultepec cuando tome sus riendas. Sólo que ahí, en lugar de “cabras enanas”, mataban muflones para sus festejos…

producciones_serengueti@yahoo.com

marielenahoyo8@gmail.com