1 Y 2 DE NOVIEMBRE DÍA DE MUERTOS EN MÉXICO
1 Y 2 DE NOVIEMBRE DÍA DE MUERTOS EN MÉXICO
El día de muertos es una celebración donde recordamos a nuestros fieles difuntos.
En la época prehispánica la veneración a la muerte era uno de los elementos básicos de nuestra cultura. Cuando alguien moría era enterrado envuelto en un “petate”, y sus seres queridos organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán (“lugar de los muertos.)
De acuerdo con la cosmovisión mexica, el Mictlán era el nivel inferior de la tierra de los muertos, y según cuenta Bernardino de Sahagún en su “Historia general de las cosas de la Nueva España” este era un recorrido largo y peligroso.
Tenía 9 niveles verticales y descendientes; y se creía que el largo viaje que realizaban los muertos duraba 4 años, si el alma lograba pasar todos los obstáculos era recibida por Mictlantecuhtli y Mictlancihuatl, las deidades del inframundo, quienes le anunciaban el final de sus pesares.
Es por ello que nuestros antepasados colocaban un altar con comida que le agradaba en vida, con la creencia de que el difunto podría llegar a sentir hambre.
El día de muertos desde el punto de vista indígena implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes por un breve momento regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con sus seres queridos y comer la esencia de los alimentos que se les ofrece en los altares que son colocados en su honor.
En México el día de muertos no representa ausencia o tristeza, sino la presencia viva de nuestros difuntos y alegría por ello; la muerte es el símbolo de que la vida se materializa una vez al año en el altar que ofrecemos.
Hoy en día y con el paso de los años esta tradición ha ido creciendo y modificándose, en ella se conjunta la armonía entre los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la herencia que nuestros pueblos prehispánicos nos dejaron.
La celebración de día de muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre, y se divide en categorías: el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos.
Esta gran celebración en 2008 fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por su importancia y significado para el pueblo mexicano.
Por: Producción Claudia Arellano…Contigo!